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El poder, la seguridad y el éxito son tres pilares donde se asienta la confianza en nosotros mismos. La clave se basa en no dejar pasar por alto el menor de los detalles, no estamos habituados a pedir “explicaciones” en los momentos en que nos molesta algo, o tan pronto como nos sea posible y adecuado.
Pasar de largo pequeños comentarios negativos o indirectas sutiles que nos incomodan, puede en apariencia parecer que no tienen efecto alguno. Y lo cierto es, que van calando poco a poco en nuestro pensamiento y caemos en el error de asumirlos y guardar todas nuestras energías para las grandes ocasiones.
El problema aparece cuando estos pequeños comentarios se acumulan y minan tu autoestima.
En muchas ocasiones, solemos incluso realizar nosotros mismos aquello que nos molesta, para auto convencernos de que son pequeños gestos sin importancia; ¿Te das cuenta que la sala de reuniones ha quedado desordenada después de que tu la utilizaras?. Y si además llegas y la recoges como yo misma he hecho alguna vez, encima te apuntas un “mini punto” de “que buena soy”, y “que tonta” también.
Menudo desgaste de energía..
El comunicar aquello que nos molesta en ocasiones se convierte en una tarea tediosa cuando no lo tenemos como hábito, y precisamente las personas verdaderamente grandes, son aquellas que no consienten conductas desagradables.
Es curioso como a medida que vamos poniendo nuestros limites, empezamos a ser más conscientes de todo aquello que hemos ido aguantando a lo largo de nuestra vida. No nos han enseñado a decir las cosas en el momento, pues lo que prima es ser “afables, educados, benévolos”, y lo que ocurre, que a veces no hay más ocasiones para decir “Oye, eso me ha dolido”.
El pensar que pasado un tiempo, no vale la pena compartirlo, ni decirlo, es simplemente el hecho de no afrontar las cosas que nos incomodan.
Las cosas que no se afrontan, que no se hablan, no se olvidan. Si a día de hoy, todavía le das vuelta a cosas que pasaron hace tiempo, eso significa que no has perdonado, de modo que encontrar el modo de resolverlo, te ayuda a no seguir con más pérdida de energía…
Un 14 de noviembre alguien me dijo “Un millar de oportunidades en una sola vida”…
A veces ocurre que no sabemos ¿por qué?, y si sabemos esperar, el tiempo nos da las respuestas…Gracias J.R
Cuídate…
El poder, la seguridad y el éxito son tres pilares donde se asienta la confianza en nosotros mismos. La clave se basa en no dejar pasar por alto el menor de los detalles, no estamos habituados a pedir “explicaciones” en los momentos en que nos molesta algo, o tan pronto como nos sea posible y adecuado.
Pasar de largo pequeños comentarios negativos o indirectas sutiles que nos incomodan, puede en apariencia parecer que no tienen efecto alguno. Y lo cierto es, que van calando poco a poco en nuestro pensamiento y caemos en el error de asumirlos y guardar todas nuestras energías para las grandes ocasiones.
El problema aparece cuando estos pequeños comentarios se acumulan y minan tu autoestima.
En muchas ocasiones, solemos incluso realizar nosotros mismos aquello que nos molesta, para auto convencernos de que son pequeños gestos sin importancia; ¿Te das cuenta que la sala de reuniones ha quedado desordenada después de que tu la utilizaras?. Y si además llegas y la recoges como yo misma he hecho alguna vez, encima te apuntas un “mini punto” de “que buena soy”, y “que tonta” también.
Menudo desgaste de energía..
El comunicar aquello que nos molesta en ocasiones se convierte en una tarea tediosa cuando no lo tenemos como hábito, y precisamente las personas verdaderamente grandes, son aquellas que no consienten conductas desagradables.
Es curioso como a medida que vamos poniendo nuestros limites, empezamos a ser más conscientes de todo aquello que hemos ido aguantando a lo largo de nuestra vida. No nos han enseñado a decir las cosas en el momento, pues lo que prima es ser “afables, educados, benévolos”, y lo que ocurre, que a veces no hay más ocasiones para decir “Oye, eso me ha dolido”.
El pensar que pasado un tiempo, no vale la pena compartirlo, ni decirlo, es simplemente el hecho de no afrontar las cosas que nos incomodan.
Las cosas que no se afrontan, que no se hablan, no se olvidan. Si a día de hoy, todavía le das vuelta a cosas que pasaron hace tiempo, eso significa que no has perdonado, de modo que encontrar el modo de resolverlo, te ayuda a no seguir con más pérdida de energía…
Un 14 de noviembre alguien me dijo “Un millar de oportunidades en una sola vida”…
A veces ocurre que no sabemos ¿por qué?, y si sabemos esperar, el tiempo nos da las respuestas…Gracias J.R
Cuídate…
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12 comentarios:
Hola Begoña,
Por desgracia muchas de esos comentarios suelen hacerlos personas a las que se considera superiores, diferentes, atrevidas, respetadas... y, como curiosidad, suelen aceptarlos personas cohibidas, introvertidas, prudentes, responsables...
Resulta curioso el cambio de actitud cuando aprenden a respetarse a si mismos y luego, casi por arte de magia, todos le respetan como creen que se merece... La victoria privada, que diría S. Covey, no es más que años de introversión pasando por alto menudeces, que hacen más daño que bien, hasta que la paciencia se acaba...
Me ha encantado eso de que "las cosas que no se afrontan no se olvidan..."
saludos,
@Jesús López. En ocasiones los mismos comentarios dependiendo de quien provienen tiene más calado en nosotros o no.
Cabe la posibilidad que también estemos más predispuestos o no a aceptar "pequeños" detalles que nos hieren, cuando en contra partida consideramos que el otro nos aporta algo que creemos "valioso".
Y el auto-analisis al que llego, es que si duele, duele, y si es así, lo que puedo hacer es aprender de ello, y además compartirlo para que al menos con la misma persona no me vuelva a suceder.
Sobre todo como bien dices..jajjaja para que la paciencia no se acabe...
Gracias...
Pues a mí me ha sorprendido muy positivamente tu reflexión final:
"A veces ocurre que no sabemos ¿por qué?, y si sabemos esperar, el tiempo nos da las respuestas"
Uno de mis problemas, por ejempleo, es que no sé temporizar y quiero resolver fracasos inmediatamente casi sin tiempo a ver si fueron o no tales fracasos. Y claro, aplicar soluciones para los problemas que todavía o nunca lo serán, no parece lo mejor :-)
@Yoriento...y yo pregunto ¿No sabes temporizar?
Hoy lo he vivido en mis propias carnes, y en otras ocasiones me han hecho esta pregunta "A quien ayuda ¿Quién le ayuda?"
La teoria la conocemos, sabemos que es necesario esperar, asentar, y sin embargo aquello que predicamos, conocemos, no lo aplicamos.(solo en ocasiones).
Tengo al menos la tranquilidad, de que el tiempo, no falla, y siempre al final me dará las respuestas.
Gracias.... Yoriento
...la gota que colma el vaso"
¡Qué verdad es lo que dices! pero hay gente que prefiere guardarse las cosas y luego te las "escupen" todas juntas y te pillan desprevenido, totalmente ajeno al cataclismo... ¡Con lo fácil que hubiera sido decirlas en su momento y probablemente se hubieran evitado las siguientes!! en fin, no sé si es cuestión de educación o de carácter...
En vista de que no lo hace googel me he apuntado de nuevo a tu blog, esta vez sí lo ha hecho :-) ¡Con la ilusión que hacen los seguidores! cuando son 500 no lo notas, pero cuando están contados y mimados...
Begoña, y si soy yo el que ha molestado a otra persona ya sea con actitudes o hechos, muy pequeños, imperceptibles, pero constantes, ¿hay algo que pueda hacer para iniciar o incentivar el acercamiento y revertir lo hecho?
SM
Gran post, muy bien escrito e interesante. Yo soy de las personas que me callo cosas incómodas. Yo no incomodo a mis jefes, a las novias siempre las perdí por falta de comunicación, etc. etc. Buen comentario también el de Jesús López, me siento identificado. Al menos soy consciente y aprendo, a ver si algún día venzo la timidez. Gracias, un abrazo.
Me encantó tu reflexión, y de alguna manera todos conocemos y hemos vivido-sufrido ese dilema: callar o expresar... y en ese largo trayecto, unos más avanzados otros menos, todos nos hemos reconocido... Gracias Begoña por hablar de "detalles" que son importantes.
Felicidades,Begoña!
Sara.
@Senior Manager...si me haces esa pregunta es que eres consciente.
Si eres consciente de algo, tienes mecanismos para modificarlo, y si no conoces como hacerlo, siempre puedes recurrir a miles de alternativas para encontrar respuestas.
Y no es que no quiera dartelas...simplemente el primer paso de todo cambio, pasa por el autoconocimiento (que-cuando-como) y posteriormente buscamos soluciones, alternativas.
Hablar vs escuchar, con uno mismo, y hablar vs escuchar con quien mantenemos las diferencias...
Que suerte tienes Senior de ser consciente...
@ Pilar mandl...ajjaja como me ha gustado lo de "escupir"...es cierto que en muchas ocasiones nos pilla desprevenidos...a la vez que al contrario ocurre, que a veces no nos enteramos hasta que hemos perdido, la confianza, la amistad, la colaboración o simplemente la relación con "el otro".
@Sara...como me alegra saber de ti...
Callar o expresar, un dilema que se convierte en toda una oportunidad...Gracias.
@Pedja..."a ver si algún día venzo la timidez...son tus palabras.
¿Y cuales son tus hechos?
Precisamente el comenzar con esos pequeños detalles puede ser el primer paso de un cambio de actitud...
El plasmar al "mundo" sea en el trabajo, al cartero, en la panaderia o con un amigo, algún "detalle" que nos incomoda puede ser un primer paso, si lo haces una vez, te aporta la confizanza de afrontarlo dos, si lo consigues dos, vas más seguro en la tercera, y la cuarta puede salir automática.
Probablemente, en alguna te incomodes e incomodes, sin embargo como ya sabemos la repetición es una garantia de exito.
Gracias Pedja...y buen finde...
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