Cuando uno pone delante de su conciencia la pregunta ¿Voy en busca de lo bueno o voy en busca de lo malo? Adquiere el poder de transformar un momento de desesperación en uno de gozo, sin necesidad de hacer saltos de alegría……es un enfoque, un prisma por el que decidimos ir, no es un autoengaño, es el “cristal” por dónde miramos nuestra vida.
Llegar a adquirir el hábito de ser capaces de ver lo bueno de cada situación y de cada una de las personas...