
Cada vez que nos arriesgamos en busca de algo que nos conmueve, de algo que nos aporta satisfacción, algo en lo que ponemos todas nuestras esperanzas, debemos hacerlo sabiendo que una de las posibilidades es fracasar.
Es cierto que si nos quedamos en la mediocridad, podremos durante un tiempo alargar la desagradable sensación de haber “perdido”, alargarla, por que el no hacer nada, el pararnos, acrecienta nuestra impotencia frente a los desafíos,...