Hoy después de leer un fantástico post en la bitácora de Yoriento “Por que tus objetivos son malos para ti” he decidido reflexionar sobre las metas.
Como bien le comentaba en su bitácora, cuando uno carece de una meta, no cabe la necesidad crear un proceso y a su vez, los procesos no tienen cabida sin una meta.
El pasado 29 de diciembre en mi primer post “Las apariencias engañan” hacia una reflexión en base a lo difícil que resulta asumir determinados cambios cuando nuestro mundo se nos desmorona bajo nuestros pies.
Comparto la visión de que es importante el COMO (proceso) y también el QUE (La meta), y no encuentro un punto dónde no estén cada uno de estos polos.
Uno de los procesos de Coaching que llevo en la actualidad, consiste en recomponer los pedacitos que quedan de una persona, cuando sus “metas” se ven truncadas. Y es entonces cuando se hace imprescindible generar Nuevos retos y Nuevos enfoques. El coaching se ha convertido en su herramienta, dentro de un proceso, con un único fin, llegar a Su Meta.
Lograr una nueva oportunidad….
Para ello, ha sido necesario realizar un feedback 360º sincero y profundo, reconocer los indicios que nos han llevado al cambio, hacer un análisis compartido de la situación, y materializar un compromiso real, enmarcado dentro de un plan de acción, que nos ha ayudado a conocer las necesidades más básicas dentro de su ámbito personal vs político.
Como bien indica el Prólogo de la edición revisada de “LA META” Un proceso de mejora continua de Eliyahu M. Goldratt y Jeff Cox, para poder generar nuevos retos es necesario saber
- Que cambiar
- A qué cambiar
- Como cambiar
Y una de las premisas como bien indica el artículo referenciado en Yoriento, es no olvidarse de lo que uno quiere, haciendo lo que realmente sabes y disfrutando e implicándote, pues es entonces cuando comienzan a encajar las piezas…
Y la vida fluye de una forma loca y maravillosa….
Cuídate….
Foto: Alejandro Maldonado.
1 comentarios:
Estupendos Post Begoña, el tuyo, el de yoriento y todos los que enlaza.
A veces nos mueve a conseguir algo la rabia, el querer demostrar lo que valemos a alguien en concreto, me estoy acordando de un artículo que leí hace tiempo sobre Marie Curie cuando trabajaba de institutriz y se enamoró del hijo pero a su "futura" familia política no le parecía lo bastante buena y el desencanto y la rabia la hicieron abandonar el país y "demostrar" su valía... el resto es historia.
A veces no tenemos metas ni ambición pero las circunstancias deciden por ti.
Gracias y un saludo.
Publicar un comentario