El candidato que requiera realmente apostar y
liderar su candidatura ya está calentando motores. Ya me ocurrió en las
elecciones municipales del 2007 cuando un año y medio antes tuve mi primer
cliente político y requirió mis servicios como Coach para desarrollar
determinadas habilidades y competencias que consideraba que eran
imprescindibles para afrontar el reto de presentarse como líder en aquellas elecciones. Lo mismo
ocurrió en el 2009 y lo mismo está ocurriendo ahora.
Cuando cada semana recibo un correo cuyo asunto dice
“Coaching” seguido de “me gustaría poder
hablar contigo para poderte explicar mi objetivo” o “Coach” seguido de “llevo tiempo pensando en tener
un coach político” y detrás va una persona publica, un concejal en
activo o un político en otras áreas de ejecución, mi bandeja
de entrada se convierte en un termómetro activo de que las cosas en política se
están moviendo.
Al igual que en la preparación en un maratón el
entrenamiento del primer mes es menos exigente que los dos restantes, el
trabajar un calendario político con amplitud de tiempo, da la oportunidad al
candidato de asentar correctamente las bases de estrategia personal en el
ámbito político.
Hace unas semanas, después de una reunión productiva
en contenido con un político, en la despedida del parking me trasladó “Si me presento como alcaldable te llamo”
mi respuesta no fue otra que “No esperes
a tomar la decisión, si vas a llamarme, llámame antes de tomar la decisión”.
Y en esa afirmación va mucho del éxito de un candidato.
Cuando uno está inmerso en una campaña electoral
todo, absolutamente todo ya está definido. Ya no hay tiempo para calibrar,
medir o sopesar. Cualquiera que haya vivido una campaña entenderá de lo que
hablo. El vértigo que se vive da poco margen para el aprendizaje y el
desarrollo. Cualquier candidato que llegue bien preparado a las elecciones solo
tendrá que poner en marcha la maquinaria adecuada junto a sus asesores de
campaña.
Un Coach Político tiene más sentido antes de la
campaña y posteriormente como apoyo y referente durante la misma. El Coach Político es un aliado de los asesores y el mejor complemento de estos. Es
necesario tener claro que cada uno es su ámbito de ejecución aporta al
candidato una experiencia y conocimiento que con la suma de ambos se llama
confianza.
Si un atleta comienza su entrenamiento con series
cortas y alternas, un político necesita comenzar sabiendo quien es, para
posteriormente saber crear un relato político que llegue a los sentimientos del
votante, consolidando su “marca” e identidad propia.
A veces nos miramos en un espejo y solo vemos lo que
nuestros ojos y consciente está habituado a mirar que no es lo mismo que ver.
En ocasiones mirarse a un espejo es saber observar que hay detrás de una
primera imagen. Mirarse a un espejo es mirar el interior de uno.
Y para todo esto como en todos los aprendizajes,
necesitamos a otro (ese espejo) que nos guíe de la forma más rápida y eficaz
con el fin de conseguir un aprendizaje inconsciente y eficiente.
Entrenarse para la política es algo más que un
juego, es entender las reglas del juego con el único fin de Ganar, Ganar, Ganar
y volver a Ganar, Ganar, Ganar como decía Luis Aragonés. (Mi más sentido
respeto).
En Integridad Política sabemos entrenarte.
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