Cuando vendemos nuestras ideas, solemos llevarnos por nuestro entusiasmo, no existe espacio para el fracaso y cuando éste se presenta, el sentimiento de frustración aparece en nuestra realidad.
Es probable que nuestro entorno, no diga nada, no nos aporte su opinión, o si lo hace, lo haga de una forma comedida o sacando agentes externos, donde tú, no tengas la responsabilidad que corresponde. Y no seas consciente que tu compromiso adquirido te lleva a un punto de no retorno.
Es cuando, llegados a esta situación, habremos disminuido nuestro valor más preciado, la CONFIANZA, y en pocas palabras lo habremos echado todo a perder. Si a esto le sumas, que tu mensaje sea reiterativo en el fondo, de ofrecer y no llegar, la confianza va minándose hasta llegar a extinguirse.
¿Qué hacer entonces? ¿Dejamos de vender nuestras ideas, nuestros proyectos, o por el contrario, simplemente nos enfocamos, en darle una nueva comunicación interpersonal, donde el compromiso sea reflejo de la realidad y viceversa?
Confianza y Compromiso, dos valores asociados al mundo político, y sin embargo, generados desde las personas, que unidos a un nuevo concepto en comunicación, hace que ese triangulo, cale como lluvia fina en la memoria de quien nos sigue.
¿Que harás hoy con esta reflexión?
Es cierto que el aprendizaje de nuestros fracasos, conlleva un riesgo, y las personas se miden por los riesgos que asumen.
Asumir que existe una necesidad en el cambio de comunicación interpersonal….es un riesgo que te lleva camino al éxito.
Y recuerda como decía Winston Churchil: "El éxito consiste en ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo"
No dejes de comprometerte.......asume el riesgo....y sonrie..
Cuídate.....
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