Blanca Navidad...

A veces no es todo como empieza…

No se el motivo ni la respuesta a muchas de las preguntas que mi cabeza suele hacerme, ni tampoco busco las respuestas de otros, para dar sentido a las que dejo sin responder.

Ayer fue uno de esos días donde de forma intermitente llegan preguntas y aparecen solo algunas respuestas.

Ayer fue uno de esos días donde existe un antes y un después…

Desde hace relativamente poco tiempo, le doy los buenos días a todos aquellos que comparten su tiempo conmigo; el tiempo para mi es una de las cosas más preciadas que tengo.

Ayer lo comencé citando: @bego_zalbes “Hoy tenemos 1440 irrepetibles…minutos, puedes aprovecharlos o dejarlos pasar….piensa bien que vas a hacer con ellos” “Muy buenos días a todos….hoy andaré por Madrid, si la nieve, el hielo me lo permiten…”

Ayer viví un viaje inolvidable a través de los sentidos y emociones acompañado de 914km, en uno de los días más inapacibles del calendario. Ayer Castilla la Mancha en toda su extensión, estaba blanca, cuatro horas de ida hacia Madrid fueron suficientes para aflorar cientos de pensamientos en un solo minuto.

A nadie se le hubiera ocurrido hacer ese viaje en esas condiciones, con cada una de las predicciones y consejos que los medios de comunicación aportaban, no diré motivos del porqué, solo unos “locos” como yo estábamos ahí…

Fue un camino de descubrimiento a pesar de haberlo recorrido cientos de veces, y al igual que hacen mis clientes conmigo, fue un temporal con toda su magnitud quien se convirtió en mi compañero de viaje.

La lluvia fina, nada embravecida, y el hielo surgiendo como estalactitas en los espejos retrovisores me envolvieron en un ir y venir de pensamientos sin sentido. Es irremediable aceptar y saludable saber que todo tiene un motivo y un porqué. Ayer el mundo se paró aun cuando seguía en movimiento y lo importante dejó de serlo, para pasar a un estado de conciencia, y que la vida es, ese preciso instante que está sucediendo.

Irremediablemente llegaron las preguntas…¿Es necesario sufrir para poder crecer? ¿Es imprescindible pasar por una circunstancia complicada y adversa para tener respuestas? ¿Qué pasa cuando todo va bien y no me pregunto los porqués? ¿Cómo saldré de esta si cada metro que circulo noto el asfalto deslizándose bajo mis pies? ¿Quién no ha pensado en la muerte? ¿Te has preguntado alguna vez quien asistirá a tu entierro? No sé en que libro lo leí...¿Como puedo soltar lo que hoy ya no me acompaña? Sea trabajo, compañeros, amor, familia, amigos…¿Cómo comienzo a pensar en lo que sigue?

Ayer sentí palpitaciones, temblores, firmeza, fuerza, miedo, seguridad, belleza, dolor, inocencia ¡¡¡Cuantas emociones en tan poco tiempo!!!

Como dice Jorge Bucay “Vivimos en un mundo de adquisiciones y de posesiones a las cuales nos quedamos agarrados” y yo ayer me agarré férreamente al volante…

Llegué a mi destino, me reuní con dos personas en distintos lugares y diferentes destinos. Dos polos opuestos con un mismo objetivo.

Sigo con Jorge en mi regreso y como bien dice “Imposible bañarse dos veces en el mismo río. Ni el río trae la misma agua ni yo soy el mismo” Tampoco lo es el viaje de vuelta, ni las circunstancias son las mismas, imaginarlas, ni yo soy la misma.

La noche llega pronto a pesar de ser temprano y todo lo que mis ojos han visto durante el día se desvanece ante la oscuridad y la niebla.

Lo hemos escuchado en infinidad de veces, el trayecto que ves no es más que aquel que tienes capacidad de iluminar.

Me surgieron nuevos sentimientos, templanza, valentía, desafío, decisión, tranquilidad, fortaleza, paz… pues sé cual es mi destino, a donde me dirijo, que camino llevo y conozco y reconozco bien claro, cual es “EL sitio de mi recreo”…

Disfrútalo…..pocas veces en público lo he visto sonreír…



El mundo de las coincidencias…ayer me levante queriendo vivir cada minuto, e intensamente así fue...con una Blanca Navidad.

A veces no es todo como empieza… sino como termina, para volver a empezar.