Ayer en una de mis sesiones de Coaching Político, después de un periodo de auto-conocimiento y conciencia de la realidad, trabajamos el área del victimismo.
En muchas ocasiones nos predisponemos a hacer lo CORRECTO y me incluyo en este apartado, pues sigo siendo tan humana y me sigo equivocando como todos los demás, hacer lo correcto es precisamente lo que nos lleva a hacer las cosas a “nuestra manera”. Y esa manera de hacer las cosas son las que nos han llevado a la situación actual que estamos viviendo. Para bien y para mal.
Hemos oído hablar de poner y quitar hábitos, y lo cierto es, que existe el hábito de hacer y el hábito de no hacer, y para todo aquello que no estemos haciendo en este preciso momento, nos encontramos ante el hábito de no hacer. Si vuélvelo a leer que tiene su miga.
El único modo de cambiar nuestro hábito de no hacer por el hábito de hacer es HACERLO.
Y por ello aparece el papel de victima, pues en vez de aceptar la realidad y ser conscientes de lo que sucede en nuestras vidas, pues depende exclusivamente de nosotros mismos, nos pasamos la vida, sacando balones fuera.
Ser consciente de nuestro papel es sencillo, pues es como los caracoles dejan huella cuando pasa.
La Culpa, La Justificación y Las quejas, siempre van acompañando al menos una de ellas al protagonista del victimismo.
La Culpa: Siempre es alguna otra persona o alguna otra cosa a la que hay que culpar. El problema es cualquier cosa o cualquier persona excepto nosotros mismos.
La Justificación: cuando algo nos sucede siempre existe un razonamiento o justificación al motivo por el cual nos sucede esto u otra cosa. Además, somos capaces de auto convencernos de que realmente no es tan importante e imprescindible el no conseguirlo y…. este es el gran error.
Si no nos importa lo que nos pasa, como nos va a pasar. Si tu pareja no es importante para ti, o tu socio no es importante para ti, o tu amigo no es importante para ti, o tu partido no es importante para ti, o tu ciudadanía no es importante para ti ¿alguno de ellos estaría mucho más tiempo junto a ti? No lo creo… entonces es buen momento para empezar a importarte las cosas que realmente quieres.
Cualquiera que diga que algo no es importante, ese algo realmente es lo que desea y quiere. Siempre claro, bajo el prisma de un objetivo o un deseo. Y digo importante no hablo de querer algo.
Las quejas: Hemos oído muchas veces que aquello en lo que nos centramos se expande. Cuantas veces hemos tenido alrededor a personas que se pasan la vida quejándose, y que es lo que realmente obtienen con sus quejas…..pues que su vida sea una verdadera QUEJA constante un mundo lleno de “porquerías” que desgastan y minan la energía. Y la energía negativa es infecciosa…se expande a la velocidad de vértigo.
Como dice Harv Eker la culpa, la justificación y las quejas son como las pastillas, no son otra cosa que reductoras del estrés, alivian el estrés del fracaso. Si una persona no estuviese fracasando de algún modo ¿Tendría la necesidad de culpar, justificarse o quejarse?
La respuesta es obvia….NO.
Pues resiste ante los avatares de la vida…y disfruta del día de hoy…
Cuídate…
En muchas ocasiones nos predisponemos a hacer lo CORRECTO y me incluyo en este apartado, pues sigo siendo tan humana y me sigo equivocando como todos los demás, hacer lo correcto es precisamente lo que nos lleva a hacer las cosas a “nuestra manera”. Y esa manera de hacer las cosas son las que nos han llevado a la situación actual que estamos viviendo. Para bien y para mal.
Hemos oído hablar de poner y quitar hábitos, y lo cierto es, que existe el hábito de hacer y el hábito de no hacer, y para todo aquello que no estemos haciendo en este preciso momento, nos encontramos ante el hábito de no hacer. Si vuélvelo a leer que tiene su miga.
El único modo de cambiar nuestro hábito de no hacer por el hábito de hacer es HACERLO.
Y por ello aparece el papel de victima, pues en vez de aceptar la realidad y ser conscientes de lo que sucede en nuestras vidas, pues depende exclusivamente de nosotros mismos, nos pasamos la vida, sacando balones fuera.
Ser consciente de nuestro papel es sencillo, pues es como los caracoles dejan huella cuando pasa.
La Culpa, La Justificación y Las quejas, siempre van acompañando al menos una de ellas al protagonista del victimismo.
La Culpa: Siempre es alguna otra persona o alguna otra cosa a la que hay que culpar. El problema es cualquier cosa o cualquier persona excepto nosotros mismos.
La Justificación: cuando algo nos sucede siempre existe un razonamiento o justificación al motivo por el cual nos sucede esto u otra cosa. Además, somos capaces de auto convencernos de que realmente no es tan importante e imprescindible el no conseguirlo y…. este es el gran error.
Si no nos importa lo que nos pasa, como nos va a pasar. Si tu pareja no es importante para ti, o tu socio no es importante para ti, o tu amigo no es importante para ti, o tu partido no es importante para ti, o tu ciudadanía no es importante para ti ¿alguno de ellos estaría mucho más tiempo junto a ti? No lo creo… entonces es buen momento para empezar a importarte las cosas que realmente quieres.
Cualquiera que diga que algo no es importante, ese algo realmente es lo que desea y quiere. Siempre claro, bajo el prisma de un objetivo o un deseo. Y digo importante no hablo de querer algo.
Las quejas: Hemos oído muchas veces que aquello en lo que nos centramos se expande. Cuantas veces hemos tenido alrededor a personas que se pasan la vida quejándose, y que es lo que realmente obtienen con sus quejas…..pues que su vida sea una verdadera QUEJA constante un mundo lleno de “porquerías” que desgastan y minan la energía. Y la energía negativa es infecciosa…se expande a la velocidad de vértigo.
Como dice Harv Eker la culpa, la justificación y las quejas son como las pastillas, no son otra cosa que reductoras del estrés, alivian el estrés del fracaso. Si una persona no estuviese fracasando de algún modo ¿Tendría la necesidad de culpar, justificarse o quejarse?
La respuesta es obvia….NO.
Pues resiste ante los avatares de la vida…y disfruta del día de hoy…
Cuídate…
9 comentarios:
Sin duda te percibo y siento que has tenido una vivencia intensa y removedora que te ha permitido escribir sobre ello.
Felicidades porque es terapeútico y además obtienes el aprendizaje de ser valiente, de escuchar, de abrirte a dar opciones.
Seguro que seguirás abriendo puertas que algunos aprovecharán para construir grandes castillos, edificios y otros se quedarán en su poblado. Cuestión de elección.
Un beso grande!
muy buena la canción. muchas veces no nos paramos a pensar en las letras de las canciones. ésta del dúo dinámico es muy buena. salu2.
¡BIENVENIDAAAAA!
No sé si estoy muy de acuerdo con lo que has escrito... tendré que releerlo con calma :-)
¿Tiene que ver la canción con tu estado de ánimo?
Un beso
@Diego...buena reflexión Diego...siempre uno tiene y ha de ser consciente que todo tiene ambas caras, inicio-final, derecha-izquierda, arriba-abajo y así un sin fin de opciones y una, nunca podría existir sin la otra.
Las vivencias es la vida en si, y saber vivirla es todo un reto.
Como bien dices es una elección y yo y muchos tantos, como mi cliente también elegimos.
Gracias por esta parte del trayecto.
@FAH...Honestamente y siendo sincera Francisco la canción, la musica, está muy lejos de mis opciones musicales, sin embargo he de ser franca, la letra como bien dices tiene un mensaje clarificador, fuerte y directo....y eso precisamente es lo que hace bella esta canción.
Te deso un fantastico día.....como siempre FAH.
@Pilar mandl...buenos días guapisima......jajajajja, es muy bueno tener diferentes puntos de vista, y estaré encantada de conocer otros, pues es una oportunidad para no aferrarme a una posible creencia.
Es una reflexión, después de una sesión de coaching con una persona concreta, y he de ser franca la canción no va unida a mi estado de ánimo, sino a las circunstancias del proceso concreto que llevo con uno de mis clientes.
Aunque he de reconocer jajajaj que todos en algún área de nuestra vida, podemos utilizarla en un momento u otro, con lo cual, no rechazo para nada el mensaje, y digo claramente que RESISTIRÉ....
Un beso fuerte y decirte...que cada día me acerco más a tus tierras del norte....cuídate....
Begoña, encantada de leerte después de una pausa veraniega.
Me gusta lo que dices y sobre todo como lo dices. Y ahora me pongo a reflexionar sobre lo que has escrito, porque las cuestiones que nos planteas requieren serias reflexiones.
Te mando un beso
ja, ja, ja... yo cada vez estoy más cerca de la tierra media, con los elfos y los trolls... y allí realmente las cosas (como decía Milton Glaser en el libro que le regalaron "Envejecer con gracia") las cosas no importan...
Un beso
Begoña, se puede cambiar justificación por análisis, es decir, se puede analizar el fracaso de uno con distancia y sin culpa (al menos con mínima culpa) y saber que uno ha fracasado objetivamente. Uno no siempre gana aunque lo intente y quiera, a veces, también uno no quiere verdaderamente ganar y no gana, a veces, francamente se gana por chiripa, porque caes en gracia.
Pero muchas veces el fracaso es objetivo o lo parece. Te explico, yo trabajo en una multinacional con un modelo de carrera tipo up or out. Cada año hay un proceso de autoevaluación y evaluación que termina en comité. Por un lado, hay distorsiones en las deliberaciones del comité porque la mayoría de las veces las decisiones ya se han tomado por cauces informales. Este año resulté propuesta por el comité para un ascenso. ¿Fue un éxito? al final no me ascendieron, ¿fue un fracaso? pero eso es lo de menos porque ya he dejado de creer en el sistema de valoración.
Creo que hay veces que por mucho que analices friamente, al final el fracaso duele. La clave está en que el disparo no haya tocado ningún órgano vital. No se puede evitar permanentemente la frustración. Se puede estar, como decía Mario, Jodido y Radiante.
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